
Novedades relevantes en la industria de petróleo, gas y energía al 27 de noviembre de 2025: iniciativas geopolíticas y presión sancionadora, dinámica de precios del petróleo en medio de un exceso de oferta, situación del mercado de gas en Europa durante el invierno, desarrollo de energías renovables, tendencias en el sector del carbón y estabilización del mercado interno de combustibles.
Los eventos actuales en el complejo energético global al 27 de noviembre de 2025 se están desarrollando en un contexto de tendencias contradictorias. Inesperadas acciones diplomáticas generan un optimismo cauteloso respecto a la mitigación de la tensión geopolítica: las iniciativas de paz discutidas para resolver conflictos brindan la esperanza de un alivio gradual de la presión sancionadora. Esto ya se ha reflejado en una disminución parcial de la "prima de riesgo" en los mercados de materias primas. Al mismo tiempo, Occidente continúa con una línea dura de sanciones, manteniendo un entorno complicado para los flujos tradicionales de exportación de recursos energéticos.
Los precios globales del petróleo se mantienen en niveles relativamente bajos debido al exceso de oferta y a la demanda debilitada. Las cotizaciones de Brent se mantienen en torno a $61–62 por barril (WTI – alrededor de $57), lo que está cerca de los mínimos de los últimos dos años y significativamente por debajo de los niveles del año pasado. El mercado europeo del gas entra en invierno en un estado relativamente equilibrado: los depósitos subterráneos de gas en los países de la UE están llenos en aproximadamente un 75–78% de su capacidad total, proporcionando un sólido margen de seguridad, mientras que los precios en el mercado son relativamente bajos. Sin embargo, el factor de incertidumbre climática persiste y podría llevar a un aumento de la volatilidad con la llegada del frío.
Simultáneamente, la transición energética global está ganando impulso: en muchos países se están estableciendo nuevos récords en la generación de electricidad a partir de fuentes renovables, aunque para la confiabilidad de los sistemas energéticos aún se necesitan recursos tradicionales. Los inversores y las empresas están invirtiendo cantidades sin precedentes en energías "verdes", a pesar de que el petróleo, el gas y el carbón siguen siendo la base del suministro energético mundial. En Rusia, después de la reciente crisis de combustible de otoño, las medidas de emergencia del gobierno han estabilizado el mercado interno de gasolina y diésel antes de la temporada invernal. A continuación, se presenta un análisis detallado de las principales noticias y tendencias en los sectores del petróleo, gas, energía y materias primas del complejo energético hasta la fecha actual.
Mercado del petróleo: señales de paz y exceso de oferta presionan los precios
El mercado mundial del petróleo sigue mostrando niveles de precios débiles influenciados por factores fundamentales. El barril de Brent se negocia alrededor de $61–62, mientras que el WTI está en aproximadamente $57, lo que es alrededor de un 15% más bajo que hace un año. La dinámica de precios está siendo formada por varios impulsores clave:
- Aumento de la producción de la OPEP+. La alianza petrolera OPEP+ continúa aumentando su oferta de manera gradual. En diciembre de 2025, la cuota de producción total de los participantes en el acuerdo aumentará en aproximadamente 137 mil barriles por día. Anteriormente, desde el verano, las adiciones mensuales eran de 0,5 a 0,6 millones de barriles por día, lo que ya ha devuelto las reservas mundiales de petróleo y productos petroleros a niveles cercanos a los de antes de la pandemia. Aunque futuros aumentos en las cuotas están pospuestos al menos hasta la primavera de 2026 debido a temores de sobresaturación del mercado, el crecimiento actual de la oferta ya crea presión a la baja sobre los precios.
- Desaceleración de la demanda. Las tasas de crecimiento del consumo global de petróleo se han reducido significativamente. Según las estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, el aumento de la demanda en 2025 será de menos de 0,8 millones de barriles por día (comparado con aproximadamente 2,5 millones en 2023). Incluso la previsión de la propia OPEP ha sido más conservadora, estimando un incremento de alrededor de 1,2 a 1,3 millones de barriles por día. La desaceleración de la economía global, los efectos de altos precios de años anteriores y las medidas de ahorro energético están limitando el consumo. Un factor adicional es el desaceleramiento del crecimiento industrial en China, que frena el apetito del segundo mayor consumidor de petróleo del mundo.
- Señales geopolíticas. Los informes sobre un posible plan de paz para Ucrania por parte de Estados Unidos han reducido el nivel de incertidumbre geopolítica en el mercado, eliminando parte de la prima de riesgo previamente incorporada. Sin embargo, dado que no se han alcanzado acuerdos reales y el régimen de sanciones sigue en vigencia, no se produce una calma total en el mercado. Cualquier noticia es recibida emocionalmente por los comerciantes: mientras las iniciativas de paz no se materialicen en la práctica, su efecto sigue siendo de corta duración y limitado.
- Restricciones en la producción de petróleo de esquisto. En Estados Unidos, los precios relativamente bajos comienzan a limitar la actividad de los productores de esquisto. El número de plataformas de perforación en las cuencas petroleras estadounidenses está disminuyendo, ya que las cotizaciones han caído a alrededor de $60 por barril, haciendo que las nuevas perforaciones sean menos rentables. Las empresas están siendo más cautelosas, lo que podría llevar a una desaceleración en el incremento de la oferta desde EE. UU., si esta situación de precios se mantiene durante un período prolongado.
La influencia combinada de estos factores está llevando a una situación de ligero excedente en el mercado: la oferta mundial actualmente excede ligeramente la demanda real. Los precios del petróleo se mantienen por debajo de los niveles del año pasado y cerca de los valores mínimos de los últimos años. Varios analistas señalan que si las tendencias actuales se mantienen, en 2026, el precio promedio de Brent podría caer a alrededor de $50 por barril. Mientras tanto, el mercado se negocia en un rango relativamente estrecho, sin obtener fuertes impulsos ni hacia el aumento ni hacia el colapso.
Mercado del gas: Europa con altas reservas entra en invierno con precios bajos
En el mercado del gas, el enfoque permanece en cómo Europa atraviesa la temporada de calefacción. Los países de la UE han llegado al invierno con depósitos subterráneos llenos a un nivel cómodo (alrededor del 75–80% de la capacidad a finales de noviembre). Aunque esto es un poco menos que los niveles récord del año pasado, los volúmenes iniciales son todavía significativos y proporcionan un serio colchón en caso de largos períodos de frío. Gracias a este factor y a la activa diversificación de suministros, los precios del gas en Europa se mantienen bajos: los futuros de diciembre en el hub TTF se negocian alrededor de 27 €/MWh (aproximadamente $330 por mil metros cúbicos), lo que representa el nivel mínimo en más de un año.
El alto nivel de reservas ha sido posible en gran medida gracias a un récord de importación de gas natural licuado (GNL). Durante el otoño, las empresas europeas han estado comprando activamente GNL de EE. UU., Qatar y otros proveedores, compensando prácticamente la reducción de los suministros por tubería desde Rusia. Mensualmente, Europa ha estado recibiendo más de 10 mil millones de metros cúbicos de GNL, lo que ha permitido llenar previamente los depósitos. Un factor adicional favorable ha sido el clima relativamente suave al inicio de la temporada de calefacción: el otoño cálido y la llegada tardía de las heladas están conteniendo el consumo y permitiendo una utilización más lenta de las reservas. Sin embargo, persiste el riesgo de una mayor competencia por el GNL: si en los países de Asia se presentan fuertes heladas, la demanda de gas podría aumentar rápidamente y desviar parte de los suministros al mercado asiático.
En general, el mercado europeo del gas se ve estable en este momento: las reservas de gas son significativas y los precios son moderados en comparación con los estándares históricos. Esta situación es favorable para la industria y la energía de Europa al inicio del invierno, reduciendo los costos y los riesgos de interrupciones. No obstante, los participantes del mercado continúan monitoreando de cerca las previsiones meteorológicas: el escenario de un invierno extremadamente frío podría cambiar rápidamente el balance, acelerando la extracción de gas de los depósitos y provocando aumentos de precio hacia el final de la temporada.
Geopolítica: iniciativas de paz sobre Ucrania en un contexto de presión sancionadora persistente
En la segunda mitad de noviembre, se han observado movimientos alentadores en la arena mundial. Estados Unidos ha presentado un plan no oficial para resolver el conflicto en Ucrania, que contempla, entre otras cosas, la eliminación gradual de algunas sanciones contra Rusia. Según informes de prensa, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, recibió de Washington la señal de que se desea una pronta adopción del acuerdo propuesto, elaborado con la participación de Moscú. La perspectiva de alcanzar acuerdos de paz genera un optimismo cauteloso: la desescalada del conflicto podría eventualmente levantar las restricciones sobre las exportaciones energéticas rusas y mejorar el clima empresarial general en los mercados de materias primas.
Sin embargo, no ha habido cambios reales en el régimen de sanciones hasta el momento; es más, los países occidentales han continuado aumentando la presión. El 21 de noviembre entró en vigor un nuevo paquete de sanciones de EE. UU., dirigido directamente al sector de petróleo y gas ruso. Las mayores empresas, "Rosneft" y "Lukoil", se vieron afectadas por las restricciones; se ordenó a los contrapartes extranjeros que suspendieran por completo la colaboración con ellas para esta fecha. Anteriormente, a mediados de noviembre, el Reino Unido y la Unión Europea anunciaron nuevas medidas restrictivas contra las filiales de empresas energéticas rusas. La administración estadounidense también ha dejado claro que está dispuesta a implementar medidas más estrictas, incluso tarifas especiales para los países que continúan comprando petróleo ruso, si no observa avances en la dirección política.
Así, no hay un avance concreto en el frente diplomático, y el enfrentamiento sancionador persiste en su plenitud. Sin embargo, el hecho mismo de que continúe el diálogo entre los actores clave ofrece la posibilidad de que las restricciones más severas por parte de Occidente sean temporalmente aplazadas a la espera de resultados de las negociaciones. En las próximas semanas, los mercados estarán atentos a la evolución de los contactos entre los líderes mundiales. Los cambios positivos podrían mejorar el sentimiento de los inversores y suavizar la retórica de las sanciones, mientras que el fracaso de las iniciativas de paz podría amenazar con una nueva ola de escalada. Los resultados de estos esfuerzos diplomáticos tendrán un impacto a largo plazo en la cooperación energética y las reglas del juego en el mercado mundial de petróleo y gas.
Asia: India reduce importaciones, China maniobra con compras
- India: frente a la creciente presión sancionadora por parte de Occidente, Nueva Delhi se ve obligada a ajustar su política energética. Las autoridades indias han subrayado en varias ocasiones la importancia crítica del petróleo y gas rusos para la seguridad energética del país; sin embargo, bajo la presión de EE. UU., los refinadores indios han comenzado a reducir las compras. Reliance Industries, la mayor empresa de refinación de petróleo en India, ha dejado de importar completamente petróleo ruso (tipo Urals) en su complejo en Jamnagar desde el 20 de noviembre, justo antes de la entrada en vigor de las nuevas sanciones. Para mantener el mercado indio, los proveedores rusos se vieron obligados a ofrecer un descuento adicional: los cargamentos de diciembre de petróleo Urals se están vendiendo aproximadamente $5–6 por debajo del precio de Brent (mientras que en verano el descuento era de alrededor de $2). Como resultado, India sigue comprando volúmenes significativos de petróleo ruso en condiciones de descuento, aunque la importación total se reducirá en los próximos meses. Paralelamente, el gobierno del país está tomando medidas a largo plazo para disminuir la dependencia de las importaciones. Ya en agosto, el primer ministro Narendra Modi anunció el lanzamiento de un programa nacional para la exploración de yacimientos de petróleo y gas en aguas profundas. En el marco de esta "misión de aguas profundas", la empresa estatal ONGC ha comenzado la perforación de pozos ultraprofundos (de hasta 5 km) en el Mar de Andamán; se espera que los resultados iniciales sean prometedores. Se anticipa que esta iniciativa abrirá nuevas reservas de hidrocarburos y acercará a India al objetivo de alcanzar gradualmente la independencia energética.
- China: la mayor economía de Asia también se está adaptando a los cambios en la estructura de las importaciones de energía, mientras aumenta su propia producción. Los compradores chinos siguen siendo los principales importadores de petróleo y gas rusos; Pekín no se unió a las sanciones occidentales y aprovechó la situación adquiriendo recursos a precios reducidos. Sin embargo, las últimas sanciones impuestas por EE. UU. y Europa han llevado a ajustes: los comerciantes estatales de la República Popular han suspendido temporalmente nuevas compras de petróleo ruso por temor a sanciones secundarias. Este nicho ha sido parcialmente cubierto por refinadores independientes. La nueva refinería Yulong en la provincia de Shandong ha aumentado drásticamente sus compras y en noviembre de 2025 alcanzó volúmenes de importación récord, con aproximadamente 15 grandes cargamentos (hasta 400 mil barriles por día) de petróleo ruso (tipos ESPO, Urals, Sokol). Yulong aprovechó que varios proveedores del Golfo Pérsico cancelaron envíos tras el endurecimiento de las sanciones y recompró los volúmenes liberados. Simultáneamente, China incrementa su producción de petróleo y gas: de enero a julio de 2025, las empresas nacionales extrajeron 126,6 millones de toneladas de petróleo (+1,3% en comparación con el año anterior) y 152,5 mil millones de metros cúbicos de gas natural (+6%). El aumento de la producción interna permite satisfacer parcialmente la creciente demanda, pero no elimina la necesidad de importaciones. Según estimaciones de analistas, en los próximos años, China seguirá dependiendo de las importaciones de petróleo en al menos un 70%, y de gas en aproximadamente un 40%. Así, los dos principales consumidores asiáticos - India y China - continúan desempeñando un papel clave en los mercados de materias primas globales, combinando la táctica de asegurar importaciones con el desarrollo de su propia base de recursos.
Transición energética: récords de energías renovables y balance con la energía tradicional
La transición global hacia la energía limpia se está acelerando rápidamente. En la mayoría de las grandes economías se están estableciendo nuevos récords en la generación de electricidad a partir de fuentes renovables. En la Unión Europea, al final de 2024, la generación total en plantas solares y eólicas superó por primera vez la producción en plantas de carbón y gas. La tendencia se mantuvo en 2025: la incorporación de nueva capacidad permitió aumentar aún más la participación de electricidad "verde" en la UE, mientras que la cuota de carbón en el balance energético ha comenzado a disminuir después de un aumento temporal durante la crisis energética de 2022-2023. En EE.UU., las energías renovables también han alcanzado niveles históricos - a principios de 2025, más del 30% de la generación total provenía de energías renovables, y la producción total de energía eólica y solar superó por primera vez la producción de electricidad en plantas de carbón. China, líder mundial en capacidad instalada de energías renovables, instala anualmente decenas de gigavatios de nuevos paneles solares y aerogeneradores, renovando continuamente sus propios récords de generación.
En general, las corporaciones e inversores de todo el mundo están destinando enormes cantidades de dinero al desarrollo de energías limpias. Según estimaciones de la AIE, las inversiones totales en el sector energético mundial en 2025 superarán los $3 billones, de los cuales más de la mitad se destinará a proyectos de energías renovables, modernización de redes eléctricas y sistemas de almacenamiento de energía. Al mismo tiempo, los sistemas energéticos todavía dependen de la generación tradicional para asegurar la estabilidad del suministro eléctrico. El aumento de la participación del sol y el viento crea nuevos desafíos para el equilibrio de la red en horas en que las fuentes renovables no generan (por ejemplo, de noche o en calma). Para cubrir los picos de demanda y reservar capacidad, se siguen utilizando plantas de gas y en algunos casos, de carbón. Así, en algunas regiones de Europa, el invierno pasado se tuvo que incrementar temporalmente la producción en plantas de carbón durante períodos de tiempo sin viento, a pesar de los costos ambientales. Las autoridades de muchos países están invirtiendo rápidamente en el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía (baterías industriales, estaciones de acumulación de energía) y "redes inteligentes" capaces de gestionar la carga de manera flexible. Estas medidas están destinadas a aumentar la confiabilidad del suministro energético a medida que crece la participación de las energías renovables. Los expertos pronostican que, para 2026-2027, las fuentes renovables a nivel global podrían superar a los combustibles fósiles en términos de generación de electricidad, superando finalmente al carbón. Sin embargo, en los próximos años, existe la necesidad de mantener las plantas tradicionales como un seguro contra interrupciones. Así, la transición energética alcanza nuevas alturas, pero requiere un delicado equilibrio entre tecnologías "verdes" y recursos clásicos.
Carbón: alta demanda y estabilidad relativa en el mercado
A pesar del rápido desarrollo de la energía renovable, el mercado mundial del carbón aún mantiene volúmenes significativos y sigue siendo un elemento clave en el balance energético global. La demanda de combustible de carbón se mantiene estable y alta, especialmente en la región de Asia-Pacífico, donde el crecimiento económico y las necesidades del sector eléctrico sostienen un intenso consumo de este recurso. China, el mayor consumidor y productor de carbón en el mundo, se acercó a niveles récord de generación de electricidad en plantas de carbón este otoño. En octubre de 2025, la producción en las plantas termoeléctricas chinas aumentó aproximadamente un 7% en comparación con el año anterior, alcanzando el máximo histórico para ese mes y reflejando un aumento del consumo de energía (el volumen total de producción de electricidad en China en octubre alcanzó un máximo de varios años). Al mismo tiempo, la producción de carbón en China disminuyó aproximadamente un 2% debido al endurecimiento de las medidas de seguridad en las minas, lo que provocó un aumento de los precios internos. A mediados de noviembre, los precios del carbón energético en China alcanzaron su máximo en el último año (alrededor de 835 yuanes por tonelada en el importante hub portuario de Qinhuangdao), impulsando el aumento de las importaciones. Las cantidades de carbón importado en China se mantienen en niveles altos - se espera que en noviembre el país importe alrededor de 28–29 millones de toneladas por vía marítima, mientras que en junio fueron alrededor de 20 millones de toneladas. La demanda elevada de China mantiene los precios mundiales: las cotizaciones de carbón energético indonesio y australiano han alcanzado picos en varios meses (30–40% por encima de los mínimos de verano).
Otras importantes naciones importadoras, como India, también utilizan el carbón activamente para la generación de electricidad: más del 70% de la generación en India todavía proviene de plantas de carbón, y el consumo absoluto de carbón sigue aumentando junto con la economía. Muchos países en desarrollo del sudeste asiático (Indonesia, Vietnam, Bangladés, etc.) siguen construyendo nuevas plantas de energía de carbón para satisfacer la creciente demanda de electricidad de la población y la industria. Los mayores exportadores de carbón (Indonesia, Australia, Rusia, Sudáfrica) están aumentando la producción y los envíos para aprovechar las condiciones favorables del mercado. En general, tras los picos de precios de 2022, el mercado internacional del carbón ha vuelto a un estado más estable. Aunque muchos países anuncian planes para reducir el uso del carbón en función de los objetivos climáticos, a corto plazo, este tipo de combustible sigue siendo indispensable para asegurar un suministro energético confiable. Los analistas señalan que en los próximos 5-10 años, la generación de carbón, especialmente en Asia, mantendrá un papel destacado, a pesar de los esfuerzos globales para la descarbonización. Así, se observa actualmente un relativo equilibrio en el sector del carbón: la demanda se mantiene alta, los precios son moderados y la industria sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la energía mundial.
Mercado de combustibles en Rusia: estabilización de precios frente a las medidas gubernamentales
En el mercado interno de combustibles de Rusia se están tomando medidas operativas para normalizar la situación de precios tras la aguda crisis de principios de otoño. A finales del verano, los precios al por mayor de gasolina y diésel en el país se dispararon a niveles récord, lo que provocó escasez local de combustible en varias estaciones de servicio. El gobierno se vio obligado a intensificar la regulación del mercado: desde finales de septiembre, se han impuesto restricciones temporales a la exportación de productos petroleros, y paralelamente, las refinerías de petróleo (NPP) han aumentado la producción de combustibles tras finalizar las reparaciones programadas. A mediados de octubre, gracias a estas medidas, los precios en el mercado se comenzaron a desplazar hacia abajo desde los niveles máximos.
La tendencia a la baja de los precios se mantuvo en noviembre. Según datos de la Bolsa Internacional de Materias Primas de San Petersburgo, durante la semana finalizada el 26 de noviembre, el precio mayorista de la gasolina bajó aún más varios puntos porcentuales. Así, el precio de la gasolina Ai-92 cayó aproximadamente un 4% – hasta alrededor de 58,000 rublos por tonelada, y el Ai-95 bajó aproximadamente un 3%, hasta cerca de 69,000 rublos. También continuó la disminución del diésel: el índice de diésel invernal en el mercado ha caído aproximadamente un 3% en la misma semana. Como señaló el viceprimer ministro Alexander Novak, la estabilización del mercado mayorista ya comenzó a reflejarse en el sector minorista: los precios al consumidor de gasolina están disminuyendo por tercera semana consecutiva, aunque de manera marginal (promediando algunos kopecks por litro a la semana). El 20 de noviembre, la Duma Estatal aprobó una ley destinada a garantizar el suministro prioritario del mercado interno con productos petroleros. En conjunto, las medidas adoptadas ya han dado los primeros resultados: el aumento de precios de otoño ha sido reemplazado por una disminución, y la situación en el mercado de combustibles se normaliza gradualmente. Las autoridades están orientadas a mantener el control sobre los precios y evitar nuevas oleadas de aumento de precios de combustibles en los meses venideros.
Perspectivas para inversores y participantes del mercado energético
La imagen general de las noticias en la industria de petróleo, gas y energía a finales de noviembre de 2025 refleja toda la complejidad y multifaceticidad de la situación. Por un lado, los mercados están influenciados por el exceso de oferta y las perspectivas de conversaciones de paz, lo que suaviza los precios y los riesgos. Por otro lado, la persistente confrontación de sanciones, los conflictos locales y los cambios estructurales (como la transición energética) continúan generando incertidumbre. Para los inversores y empresas del sector energético, este contexto significa la necesidad de un manejo de riesgos especialmente cuidadoso y estrategias flexibles.
Los participantes del mercado energético buscan equilibrar la volatilidad a corto plazo de los precios y la geopolítica con las tendencias a largo plazo hacia la energía baja en carbono. Las empresas de petróleo y gas se centran en mejorar la eficiencia y diversificar las rutas de comercialización en un contexto de reestructuración de flujos comerciales. Al mismo tiempo, se busca activamente nuevas oportunidades, desde el desarrollo de yacimientos prometedores hasta inversiones en energías renovables e infraestructura de almacenamiento. En el periodo más cercano, los indicadores clave serán los resultados de la esperada reunión de la OPEP+ a principios de diciembre y el progreso (o estancamiento) en los contactos diplomáticos sobre Ucrania. Estos eventos determinarán el sentimiento del mercado a las puertas de 2026. En las condiciones actuales, la comunidad de expertos recomienda seguir un enfoque equilibrado y diversificado: combinar medidas tácticas para asegurar la sostenibilidad del negocio con la implementación de planes estratégicos que tengan en cuenta la acelerada transición energética y la nueva configuración del sector energético global.