Té verde y cerebro: EGCG contra el envejecimiento neuronal y la enfermedad de Alzheimer

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Té verde: Cómo EGCG ayuda a proteger el cerebro del envejecimiento y Alzheimer

Investigadores revelan: el té verde ayuda al cerebro a mantenerse en forma. Su componente EGCG limpia las neuronas de proteínas tóxicas, restaura energía y mejora la memoria, la atención y el estado de ánimo.

El té verde común puede servir como un "dopping" natural para el cerebro, según concluyeron investigadores de la Universidad de California. Un estudio reciente mostró que el componente principal del té verde, el epigalocatequina galato (EGCG), puede influir de manera asombrosa en las células nerviosas.

El EGCG literalmente "reinicia" las neuronas envejecidas: restablece su equilibrio energético y promueve procesos de "limpieza celular" —la purificación natural de las células de proteínas tóxicas (incluyendo el beta-amiloide, un factor clave en la enfermedad de Alzheimer). En un solo día de exposición, el cerebro parece limpiarse: se mejora la memoria, la atención, el estado de ánimo y se reduce el nivel de estrés. Además, para mantener este efecto, es suficiente consumir aproximadamente 800 ml de té verde recién hecho al día.

Estimulante natural para las neuronas

El té verde ha sido famoso durante mucho tiempo por sus propiedades beneficiosas y su efecto tonificante. Hoy en día, los estudios científicos continúan revelando nuevos aspectos de su influencia en el organismo. La última investigación publicada en la revista GeroScience ha identificado una propiedad inesperada del té verde: el antioxidante EGCG resultó ser un poderoso estimulante para las células cerebrales.

En experimentos de laboratorio, la combinación de EGCG con vitamina B3 (niacinamida) revitalizó las neuronas envejecidas, mejorando notablemente su estado. Este resultado sorprendió a los investigadores y confirmó la reputación del té verde como "elixir" para el cerebro.

Reinicio de neuronas envejecidas

Con la edad, las células del cerebro gradualmente pierden su "nutrición energética". En las neuronas, disminuye el nivel de guanosín trifosfato (GTP), la molécula que sirve como fuente de energía para los procesos celulares. Sin este "combustible", la función de las mitocondrias se ve afectada y se ralentizan los mecanismos de autorreparación de la neurona. Como resultado, las células envejecidas acumulan daños y pierden funciones.

Sin embargo, la adición de EGCG (junto con la niacinamida) permitió prácticamente reiniciar las neuronas viejas. En solo 24 horas de experimento, el equilibrio energético de las células se restauró a niveles casi "jóvenes". Las neuronas nuevamente recibieron suficiente carga de energía para funcionar correctamente. Al mismo tiempo, se redujo el nivel de estrés oxidativo y aumentó la supervivencia celular —se volvió menos propenso a la muerte celular.

"Limpieza celular" del cerebro de proteínas

Otro problema del cerebro envejecido es la acumulación de "basura" en las células. Cuando los procesos de "limpieza celular" (como la autofagia) se ralentizan, las neuronas dejan de eliminar eficazmente proteínas defectuosas y tóxicas. Una de las más peligrosas es el beta-amiloide, una proteína que forma placas en el cerebro con la edad. Las acumulaciones de beta-amiloide se consideran un factor clave en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer: estos depósitos interrumpen las conexiones entre neuronas y conducen a la muerte celular.

Según el estudio, el EGCG activa los procesos de "limpieza celular" en las neuronas. Inicia el mecanismo de eliminación de agregados proteicos tóxicos, incluyendo el beta-amiloide acumulado. En otras palabras, el té verde ayuda al cerebro a liberarse de los depósitos dañinos que obstaculizan su funcionamiento normal. Esta "limpieza general" reduce significativamente el riesgo de daño y muerte celular en el cerebro.

Mejora de la memoria y el estado de ánimo

La restauración de energía y la limpieza del cerebro se reflejan rápidamente en su funcionamiento. Los especialistas observan que, ya después de un día, el cerebro parecía "renovado". Se registró una serie de cambios positivos en las funciones cognitivas:

  • Mejora de la memoria (es más fácil recordar información).
  • Aumento de la concentración (mayor enfoque).
  • Mejora del estado de ánimo (menos ansiedad y apatía).
  • Reducción del nivel de estrés (sensación de calma).

En conjunto, estos cambios significan que el cerebro comienza a funcionar de manera más eficiente y se encuentra en un estado más equilibrado y saludable.

Té verde todos los días: cuántas tazas y cómo beberlo

Para mantener el cerebro en forma, los científicos aconsejan consumir té verde de manera regular. La "dosis" óptima se establece en alrededor de 800 ml al día, es decir, aproximadamente 3–4 tazas de té recién hecho.

Es importante seguir algunas reglas simples para maximizar los beneficios de esta bebida:

  • Elija té verde de hoja de calidad sin aditivos; contiene más polifenoles benéficos, incluido el EGCG.
  • Prepare el té verde no con agua hirviendo, sino con agua a aproximadamente 75–80 °C. A temperaturas más altas, parte de los compuestos valiosos se descomponen.
  • Deje reposar el té durante 2–3 minutos; esto es suficiente para extraer EGCG y otros componentes beneficiosos.
  • Beba la bebida recién preparada, sin dejarla reposar durante mucho tiempo; así obtendrá el máximo de antioxidantes.
  • Distribuya las 3–4 tazas diarias en la primera mitad del día. Evite el té fuerte por la noche (especialmente si es sensible a la cafeína) para no perturbar el sueño.

En general, alrededor de cuatro tazas de té verde al día se considera una norma segura para un adulto sano. En tal volumen, la bebida revela completamente sus propiedades beneficiosas.

Nuevas perspectivas para la salud cerebral

Los resultados actuales abren camino a nuevas estrategias para proteger el cerebro del envejecimiento. Los científicos esperan que, sobre la base del EGCG, se puedan desarrollar medicamentos eficaces y seguros para la prevención de la demencia y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, hasta ahora, los datos han sido obtenidos solo en condiciones de laboratorio, y antes de recomendar el EGCG como medicamento, se requieren ensayos adicionales en animales y humanos.

No obstante, ya es evidente: las sustancias naturales pueden tener un poderoso efecto positivo sobre el cerebro. No es de extrañar que las observaciones muestren que los aficionados al té verde en promedio enfrentan la demencia con menos frecuencia. Ahora está claro por qué esta bebida es tan beneficiosa para el sistema nervioso.

Por lo tanto, incluir varias tazas de té verde en la dieta diaria es un medio simple y accesible para mantener el cerebro, ayudando a conservar la claridad de pensamiento y la memoria sólida durante muchos años.

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